El día cuatro de abril de 2012 conocí en Lagos de Moreno a un hombre que tan pronto le estreché su mano y conversamos dos minutos, descubrí que eramos amigos desde siempre y cuando con firmeza asegura que Cuba es una prologanción de México, que ambos pueblos son una misma Patria, entonces no hubo dudas: José Alfredo Rosales de Santiago es un verdadero hermano.

José Alfredo nació   el 7 de enero de 1960 en la ciudad de Lagos de Moreno, Jalisco, en la Republica de México. Fue el noveno hijo de José Rosales Silva y María de los Ángeles De Santiago Herrera. Cursó su educación primaria, secundaria y hasta segundo semestre de preparatoria en su ciudad natal. A los doce años ingresa en la Escuela de Artes y Oficios “Miguel Leandro Guerra” teniendo como maestros a José de Jesús Carrillo Tornero y a Luís Eduardo González Medina. En 1980 dirigió el periódico  “Ecos de Los Altos” editado en la ciudad de San Juan de los Lagos e inicia su labor como locutor periodístico en un programa político en la radiodifusora XELJ. ¿Quién es este amigo y hermano?. Es un pintor grande, un gigante pensador que necesita Méxicó, América y el mundo

En 1991 y con motivo de la Primera Cumbre Iberoamericana celebrada en la ciudad de Guadalajara le es encomendada la realización de un relieve conmemorativo en bronce para ser entregado a los reyes de España, Juan Carlos I y su esposa Sofía, y al entonces Presidente de México, Carlos Salinas de Gortari y su esposa Cecilia Ocelli, durante su visita a Lagos de Moreno. En agosto de este año realiza el mural en dos partes del Hotel Casa Grande de Lagos, llamado “Evolución del Mestizaje”, así como varios trabajos de caballete para la decoración del mismo. De septiembre a octubre participa con las obras “El Mito”, “Tú Eres la Otra España” y “La Otra Imagen de un Adiós” en la muestra “Hand in Hand: Art and Artesanía from Jalisco” celebrada en Los Ángeles y Brea, California, como un complemento a la muestra “México, Treinta Siglos de Esplendor”, presentada durante ese mismo año.

En enero de 1992 el Ayuntamiento de su ciudad le encomienda lo que hasta el día de hoy es la obra máxima de su trabajo personal; la decoración al fresco del domo del Teatro José Rosas Moreno con el tema “Origen del Carácter Laguense”, con una superficie aproximada de 307 metros cuadrados, y realizado en dieciséis días de arduo trabajo. También durante este tiempo diseña y supervisa la realización del los Vitro murales del Foro Cultural Adolfo López Mateos, luego convertida en la Biblioteca Pública María Soiné de Helguera, llamados “Prometeo y el Conocimiento del Hombre”, que aún existe, y el “Vitro mural Laguense”, obra de alrededor de sesenta metros cuadrados, que fue destruido a causa de los remordimientos, la vergüenza y la intolerancia política, pero sobre todo por la ignorancia artística de la autoridades municipales de tiempos posteriores. En ese mismo año participa como asesor junto a Sandra Antongiorgi en un programa de mural urbano en la ciudad de Chicago, Illinois.

En 1993 junto con Rogelio Torres Murillo, Gerardo González Alonso, el Dr. Rubén Navarro y Miguel Rico Soltero funda el grupo “Contracorriente”, que nace con la intención de promover el intercambio cultural y la búsqueda de la excelencia artística en todas sus manifestaciones y sentidos, al margen de las instituciones oficiales y de los apoyos gubernamentales. También participa en la exposición colectiva del arte laguense presentada en el Instituto Cultural Cabañas, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.

Santiago, como lo conoce el mundo, es un poeta, un filósofo, un estudioso de la historia del arte, un amante aficionado a la arquitectura, a la política, a la música y a la crítica radiofónica. Es padre de seis hijos (tres hombres y tres mujeres) y soltero en la actualidad. Sus raíces se remontan hasta Sebastián De Santiago en el siglo XVI y pasan por Nicolás Antonio De Santiago Medina, magnífico arquitecto del siglo XVIII y diseñador del Templo Parroquial de la Asunción en Lagos y del Camarín del Templo de San Diego, en Aguascalientes, Ags. Procede de una familia de alfareros y de cantereros que en el pasado participaron en las obras arquitectónicas de la región. Es un ideólogo y un activista político, sosteniendo una tendencia popular y progresista como base de su pensamiento social. Con un fuerte espíritu crítico, tiende a revisar las interacciones sociales y la modificación de las costumbres. Es un promotor de las transformaciones políticas y de la renovación humana a partir de su gusto por las buenas costumbres de su pueblo porque es un enamorado de la cultura mexicana, que es de donde parten sus ideas para la renovación del arte.

La motivación de Santiago surge del drama humano, su historia y sus luchas, las que de manera ineludible se traslucen como contenido extraestetico en su obra. La expresión: “Busco ser perfecto escarbando en los rincones de la imperfección, para poder encontrar un poco de poesía en lo feo”, expresada a un periodista en una entrevista que le hicieron, manifiesta con claridad su postura personal frente a la vida y el arte. Su trabajo cumple con la función profética de anunciar la esencia profunda de la verdadera belleza. Con cerca de cuarenta años de labor artística, Santiago es un personaje que avanza con pasos firmes y sólidos hacia la renovación del arte en el mundo. Su obra nos muestra una cultura mexicana que ha sabido renovarse sin traicionar su esencia milenaria.

Cuando le comenté  a Santiago que mi abuelo Pedro, allá en la provincia cubana de Las Tunas vive y de como nuestros padres y abuelos también inciden en nuestra formación y eduacción el destacado intelectual me dijo: Mi abuela también decía que cada quien es tan grande como lo que ama, y tan pequeño como lo que lo apasiona y con eso me enseñó a amar lo excelso y a cuidarme de no caer con facilidad en las pasiones, porque eso reduce nuestra condición de humanos.

Siempre me alertó para que cuando tuviera que tomar una decisión importante en mi vida, nunca la tomara cuando estuviera enojado, asustado, o apasionado, – o “enamorado”, como muchos nombran a la pasión- porque con el coraje todo se ve rojo en la vida, con el miedo todo parece sombrío y amenazador, y con la pasión todo parece color de rosa y hasta las ranas parecen princesas. Las dos primeras pueden tener pronta solución, por que el coraje rápido se puede pasar y el miedo se cura con la razón, pero de la pasión no es fácil encontrar quien nos salve –decía- porque es una obsesión, y las obsesiones son malas porque nos conducen al mal.

Periodista: ¿Profesor Santiago existe una verdad?

José Alfredo Rosales de Santiago. Hay una verdad en el fondo de las cosas, una razón inconmensurable que parece rehuir nuestro esfuerzo por comprenderla; un enigma que pone a prueba la certeza de nuestro conocimiento y, en medio de todo esto, una sed por saber lo que no sabemos; un afán por definir lo que parece indefinible; un ansia por tocar lo intangible y poder abarcar aquello que parece estar mas allá  de nuestra capacidad y esfuerzo. Y sin embargo, a pesar de lo absurdo de la empresa, a pesar de la disparidad entre el deseo y lo deseado, el ser humano ha caído en la tentación y, tomando del fruto prohibido, ha aceptado el reto de lidiar con lo desconocido,  para conocerlo y poder, de paso, definirse a sí mismo. Trabajo titánico si nos atenemos a la capacidad individual humana y a lo fugaz de su manifestación corporal en el mundo tangible y a su existencia siempre en peligro de ser cortada de tajo en el momento no esperado. ¿Por qué entonces ese afán de sobreponerse a su temporalidad y trascender a niveles distintos a la pura materialidad? En principio, porque puede hacerlo. Y detrás de la simpleza de esta conclusión se resume millones de años de evolución que nos lleva no solo desde el desarrollo de un diminuto mamífero que se transforma en primate y este a su vez en un homínido que da posteriormente origen al  homo sapiens con sus ramas colaterales extintas, sino, también, al origen de la vida misma y su diversidad de especies y, ¿por qué no?  al origen de la materia, sustancia base para la corporeidad de las cosas y aún más, sustrato al parecer necesario para la manifestación de fenómenos no corporales, como la energía en cuanto tal y la conciencia humana.